Nunca olvidaré el momento en el que, de la manera más casual del mundo, decidimos comenzar el proceso. Me refiero... Ya habíamos hablado de que queríamos adoptar, pero no habíamos decidido cuándo.
Agosto. Hace poco más de un año. Estábamos volviendo de Cádiz, en el coche. N. conducía, y yo ojeaba una revista. Una revista que le había usurpado a mi madre para entretenerme en el viaje. No le estaba poniendo mucho interés a su contenido, pero oye... 700km de trayecto pues dan para leerte hasta lo más peñazo. Y de repente, paso la hoja, y ahí estaba. Un reportaje de 6 hojas sobre la historia de 3 mujeres monoparentales que habían adoptado a sus hijos. Me emocioné tanto que lo leí en alto para que los dos pudiéramos comentarlo después.
Eran historias increíbles, de 3 mujeres muy valientes que habían tomado la determinación de no renunciar a su sueño de ser madres y habían luchado contra viento y marea para poder tener a sus peques por fin con ellas. Los niños procedían de diferentes países: China, India y Colombia.
Cuando terminé de leer, ambos no podíamos articular palabra...
En el reportaje hablaban bastante de cómo era el proceso, los tiempos de espera, todo el papeleo... Claro, una vive con su idea idílica de adoptar en la cabeza, y aunque algo recordaba, pero hasta que no te metes de lleno no sabes a lo que te vas a enfrentar.
Recuerdo que yo me quedé pensativa... Y por fin dije: "Guau... hasta 3 y 5 años de espera... o más". Y entonces, solamente como él sabe hacerlo, sin un resquicio de duda, con una seguridad aplastante... N. soltó: "Pues empecemos ya, no?". Y la maquinaria se puso en marcha.
El resto del viaje lo pasamos yo mirando en Google todo lo que encontraba sobre Adopción Internacional, y él escuchándome atento.
A partir de ese día comenzamos a hablar de muchas cosas. Comenzamos a conocernos mejor a nosotros mismos. Comenzamos a descubrir por qué queríamos adoptar. Y lo que supone realmente la adopción. Decidimos que esto era un proceso sin prisa pero sin pausa. Y que, ciertamente, era el momento de comenzarlo.
Como la sesión informativa no tenía lugar hasta finales de octubre, teníamos tiempo de ir leyendo, buscando información sobre los países... Incluso visitar alguna Ecai. Sin dudarlo hablamos de África.
Empecé a conocer muchos de vuestros blogs. Casi todos de Etiopía, alguno de Mali. Nos topamos con la realidad en seguida. Mundiadopta nos informó de que debido al reciente golpe de estado en el Norte del país, el Gobierno español había decidido unilateralmente cerrar las adopciones con Mali hasta que no se resolviera la inestabilidad política que acechaba el país. Y para Etiopía, nos dijeron que en esos momentos no tramitaban nuevos expedientes hasta que no dieran salida a todos los que tenían esperando. Nos quedaba Cielo 133. Concerté una reunión informativa, a la que fui con otras familias. Ellos admitían 3 expedientes al mes. Nos hablaron de que era verdad que los tiempos de asignación estaban en casi 4 años. Pero bueno... salí muy emocionada. Ya sabíamos el país. Y Etiopía pasó a ser el centro de nuestro proyecto, el centro de nuestras conversaciones y ratos libres... Como acerca de la adopción en Etiopía hay cientos de blogs y videos, no podía dejar de hacerme a la idea. Ya empezamos a imaginarte. A pensarte. A quererte.
Pocos días antes de asistir a la sesión informativa de la Comunidad de Madrid, saltó la noticia. España cerraba la tramitación de nuevas solicitudes de adopción con Etiopía por la acumulación de expedientes y los largos tiempos de espera. Además habían salido a la luz rumores sobre ciertas irregularidades en el proceso, por lo que el Ministerio etíope tomó cartas en el asunto y pasó de tramitar 100 expedientes diarios a 5 para asegurarse de que todos los papeles de los niños están en regla. Y así, de un plumazo, Africa se desvaneció ante nuestros ojos...
La adopción internacional a veces es tan dura que el dolor es incomprensible e insoportable. Pero cuanto antes lo sepas y lo entiendas mejor. Porque la tolerancia a la incertidumbre y a la frustración son dos capacidades que vas a tener que desarrollar por encima de lo normal, más allá de límites inimaginables.
Estudiamos el listado de países abiertos en ese momento. Mi padre ya nos había comentado que por qué no mirábamos Colombia. Él viaja mucho allí ahora por trabajo, y está fascinado con su gente y el país.
La verdad que, leyeras donde leyeras, Colombia se presentaba como todo un referente en cuanto a adopción internacional se refiere. El proceso es transparente, muy fiable, admitía la tramitación por protocolo público (esto lo explico en otra entrada para quienes necesiten saber qué significa tramitar por esa vía o bien por ECAI), y además admitían parejas de hecho, como nosotros.
Así, dirigimos nuestra mirada al otro lado del océano, con un sabor amargo por la impotencia de que África se nos presentaba imposible. Pero como una vez alguien me dijo, es el país el que nos elige a nosotros, no al revés.
A un día de acabar el curso obligatorio en el IMMF, tras 3 visitas a dos Ecais distintas (Asefa y Adayma), estar en contacto con alguna familia que ya había adoptado en Colombia, conocer la existencia de las IAPAS colombianas, y con el convencimiento de hacerlo por nuestra cuenta, el ICBF (Instituto Colombiano del Bienestar Familiar) anuncia que Colombia cierra la aceptación de nuevos expedientes. Las esperas ya estaban en 5 y 6 años, y deben dar salida a más de 2000 expedientes acumulados.
Al principio sentimos el peso de una losa encima de nuestras cabezas. Una presión en el pecho indescriptible. De repente recordé que en Toledo una Ecai se había acreditado hacía poquito para Nigeria. El recuerdo que yo tenía es que sólo admitían solicitudes de Castilla la Mancha. Por eso lo habíamos descartado. Pero algo dentro de mí (y que meses después he comprendido) me decía que teníamos que intentarlo. Y concertamos una reunión. Desde ese día hasta hoy (cruzo los dedos para que nada se tuerza), nuestro rumbo tomó otra dirección. Y espero con todo mi corazón que tú, peque, nos estés esperando en Nigeria.
Gracias por compartirlo con nosotros, corazón!
ResponderEliminarPrecioso... vuestro peke tendrá la suerte de saber su historia desde el principio y tenerla escrita por su mami.
Aquí estaré para compartir "camino".
Un besazo enorme!!!
De nada Meri, es todo un placer!!! Yo he pasado horas leyendo vuestras entradas, fascinada... Todos nuestr@s peques tendrán esa suerte, y unas mamis muy valientes..;)))
ResponderEliminarUn abrazote!
Hola Paula! Me alegro mucho que escogieras Nigeria porque yo conozco muy de cerca una historia preciosa de una mamá monoparental que movió cielo y tierra por adoptar a su preciosa hija, vía libre, sin ecai, en Nigeria.
ResponderEliminarTe aseguro que la niña ya es una preciosa adolescente, más lista que el hambre!!!
Si algún día necesitas que te ponga en contacto con ella, dímelo! Seguró que estará encantada de hablar contigo. Para compartir experiencias, o por dudas...
Claro Elena, me encantaría!!! Madre mía y lo hizo por PP... eso sí que tiene mérito!!! Ahora España ya no deja tramitar así en Nigeria, una pena la verdad.
ResponderEliminarSi te parece me mandas por email el contacto de esa mami, será genial poder compartir con ella dudas y experiencias...
Mil gracias guapa!
Un beso fuerte
hola somos una pareja tb en proceso de adopcion. Me gustaria preguntarte si actualmente se puede adoptar en nigeria si no eres de castlla la mancha. gracias de antemano y mucha suerte
ResponderEliminarHola!!! Hasta lo que yo sé, actualmente sólo se puede adoptar en Nigeria niños de más de 6 años y con necesidades especiales. La Ecai Familias de colores ha cubierto el cupo de expedientes que permite el país, así como el de la lista de espera. Hasta hace unos meses sólo tramitaban la vía ordinaria en Castilla la Mancha. Acaban de acreditarse también en Madrid, pero hasta que no se vuelva abrir ese cupo sólo está abierta la vía prioritaria, seas de la comunidad autónoma que seas... Espero haberos servido de ayuda, cualquier cosa que necesitéis aquí estoy!
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