sábado, 27 de julio de 2013

Inspiración

Escribir la primera entrada de un blog no me parece nada fácil... Sobretodo si tengo en cuenta que llevo dándole vueltas un montón de meses a si lo empiezo o no. 
Supongo que los acontecimientos se han ido precipitando estas últimas semanas, y como resultado... Bueno, pues aquí me encuentro, sentada frente al portátil.
Imagino que lo primero que necesita alguien para empezar a crear un blog es un por qué, no? Un tema, una motivación. Y las ganas de compartir algo con alguien.
Desde el momento que decidimos adoptar, parte de mi tiempo libre iba a parar a horas sentada frente al ordenador buscando información. Ya habíamos pedido cita para la sesión informativa de la Comunidad de Madrid, pero obviamente necesitábamos saber mucho más. Quizás demasiado pronto empezamos a buscar en qué países podíamos, cuáles no, en qué situación se encontraba actualmente la adopción internacional.
Y según metes en San Google la palabra adopción, seguida del nombre de un país, te salen blogs a porrillo. Y empecé a leer, fascinada. La mayoría que encontraba eran de China y Etiopía. Eso era genial, porque Etiopía era el país al que, tras leer requisitos y demás, queríamos hacer nuestro ofrecimiento. Teníamos que casarnos, así para empezar. Pero bueno, nos lo habíamos tomado como un proyecto que comenzar ahora sin prisa pero sin pausa, de modo que tampoco nos importaba.
Y así es como me topé con ciertos blogs que no sólo me entretenían, informaban y emocionaban, sino que me hacían sentirme muy identificada, y con el paso del tiempo, veo que me han servido de una ayuda enorme.
Por una serie de circunstancias que iré contando en otra entrada, nuestro periplo adoptivo fue cambiando de dirección, como es muy normal. Lento e impredecible, un año después de tomar la decisión nos encontramos esperando a casarnos, comenzar las entrevistas para el CI y con nuestra mirada puesta en Nigeria. Y ese cambio de rumbo, y la poca información que existe actualmente sobre casos de adopciones en España en este país, me han animado a compartir con quien lo necesite nuestra experiencia.

Desde aquí, agradecerle a Laura y su blog “Un viaje distinto. La adopción” lo mucho que ayudan sin saberlo, y a Kaktus, de “Tarike.org” que a través de sus palabras me inspire y llene de energía, arrancándome con la misma facilidad una carcajada que lágrimas a borbotones. Ambas han sido la inspiración que encuentro para escribir este blog. Ellas y mi alma gemela, A., que con su proyecto “Nege” ha abierto un camino en nuestras vidas que sólo acaba de empezar y que espero tenga como próxima parada Nigeria. A todas ellas, gracias, de corazón.

lunes, 15 de julio de 2013

El comienzo...

Ya lo habíamos hablado en alguna ocasión. De manera casi casual, como el que habla de planes tan a largo plazo que aún no profundiza en ellos, casi como de puntillas... Hablamos de adoptar. No recuerdo bien cuándo fue, ni dónde. Lo que es seguro es que estábamos en medio de una conversación con más gente sobre el tema de la paternidad, tener hijos y esas cosas que se van convirtiendo en temas recurrentes con la edad... Lo dije sin darme cuenta, sin pensar: "Yo quiero adoptar, siempre he querido". Pero no fue una frase que hiciera derivar la charla hacia ese terreno, quedó un poco como un comentario más, nada trascendente.
Fue tiempo después cuando mi pareja y yo volvimos a retomar el tema, y le descubrí igual de ilusionado que yo ante la idea. Una idea que empezó a coger una forma e importancia inmensa nada más verbalizarla en alto los dos juntos, y que ya no nos abandonaría: íbamos a comenzar un proceso de adopción internacional. Y no hizo falta hablarlo, ni hubo la más mínima duda por parte de los dos. Ambos teníamos claro que sería en África.
Justo en agosto hará un año que comenzó nuestra aventura.